Historias sobre la tierra
Tú, que pareces eterna
y tu verdad se manifiesta.
Fuente: discovermagazine.com |
Comienzo este blog y esta entrada aprovechando que
participio en la convocatoria de #CaféHypatia de literatura científica de este
mes. Un sciku es una versión del haiku que tiene temática cientifica. El tema sobre el que escribir era la Tierra, y bueno… a priori uno podría
pensar que es algo que tiene que ver poco con las ciencias sociales, ¿no? Pues
nada más lejos de la realidad. En el poema he intentado
resumir en muy grandes rasgos lo que “significan” los mitos de la creación de
la Tierra. Os cuento…
¿Qué pensamos si oímos que algo es un mito? Seguramente que
es mentira, que es fantasía, o un engaño. Aunque nosotros lo hayamos asociado a
eso, un mito nacido de la mitología “es una verdad pese a ser una fantasía”.
Eso suena raro, ¿no? La cosa es que para los diferentes pueblos que habitan la
tierra, su mitología constituyó o constituye su verdad. Los mitos “sonhistorias verdaderas, revelan los modelos ejemplares de todos los ritos y delas actividades humanas”, escribe Mircea Elíade, uno de los principales
mitólogos de la historia. Nos referimos a historias que cuentan cosas que
ocurrieron en tiempos fantásticos protagonizados por dioses, y por tanto se les
confiere un poder especial: no solo ocurrieron de verdad, sino que tienen el poder de desplazar al pueblo que los recita a ese tiempo fantástico (o sea, ese tiempo se hace contemporáneo del tiempo real).
Vamos a ilustrarlo con un ejemplo: en la mitología de la
Polinesia, se cuenta que la tierra y el cielo nacieron cuando el dios supremo,Io, separó las aguas, que cubrían todo, y les permitió emerger. La importancia
de las cosmogonías (mitos en los que se narra la creación del mundo) es que son
la creación de las creaciones. Se toman
como modelo ejemplar a partir de las cuales se construyen los demás mitos, por
los que se cuenta el origen de los materiales, de los animales, del clima… Esto
llega a tal punto que, por ejemplo, el mito de la creación se “invoca” en todo
ritual que tenga que ver con una creación, como por ejemplo ritos en favor de
la fecundidad. ¿Qué sentido tiene esto? Pues se trata de divinizar la obra del ser humano: al contarse el origen del mundo
se busca revivir ese tiempo de creación, se “reactualiza” el mito: se cuenta el
pasado para unirlo con lo contemporáneo y, mediante esa conexión, se cosmifica el presente, y por tanto se
hace sagrado.
Esto lo podemos ver en infinidad de temas, como en
ritos de coronación. En Fiji, por ejemplo, a tal ritual se le llama “la
creación de la tierra”, e incluye el recital del origen del universo para luego
entronar al nuevo monarca. Igual ocurre con rituales de sanación. Generalmente,
se considera que algo se domina cuando se conoce su origen, y los mitos
actuarían explicando los orígenes de enfermedades y medicinas: conocerlos
permitiría dominarlas y usarlas. Si nos vamos a nuestro continente, el Kalevala da evidencias de esto. El Kalevala es una epopeya finesa del s.XIX que trató de
recopilar el folclore nacional, y en ella se cuenta la historia de un hombre
que sufre un accidente laboral con una hoja de acero. Este hombre, Vainamoinen,
debía recitar encantamientos para curar su herida, y para ello debía cantar el
origen del mundo, para así poder cantar el origen del hierro y poder dominar
tal elemento: el nacimiento del hierro se integra como parte del mito
cosmogónico, por el que el dios Ukko separó la tierra del agua.
Kalevala. Fuente: finland.fi |
Los mitos cuentan historias, pero historias vivas. Historias que justifican rituales, prácticas,
tradiciones… porque se cree que las impregnan de la divinidad de la que habrían
dispuesto los dioses en su tiempo. Y la creación de nuestro mundo es el punto
de partida para muchas mitologías. La Tierra no sólo ha dado lugar a historias
sobre sí misma, sino que se presenta en las historias de todo lo que ha surgido
a partir de ella, de manera que, para ciertos pueblos, la Tierra se sigue
creando con cada nacimiento.
Fuente: Mircea Elíade, Mito y realidad, 1999.
No hay comentarios:
Publicar un comentario